domingo, 16 de septiembre de 2012

Viaje del Papa al Líbano

 Aunque la prensa ha mencionado poco este viaje del Papa al Líbano, es uno de los más importantes
a la vez que arriesgado de su Pontificado,dado el peligro que existe en esta zona, con la guerra de Siria  y las protestas por el vídeo contra el profeta Mahoma.
A pesar de sus 85 años, y su delicada salud y sabiendo el riesgo que corría, para el ha sido un compromiso personal el contribuir con su presencia a la paz del Oriente Medio.

Después de una larga guerra civil desde 1975 a 1991, donde casi pereció el 2% de la población que va saliendo adelante, pero al ser una confluencia de de tantas culturas y religiones, forman un delicado puzzle...
Tal es la complejidad del de la situación que el Benedicto XVIII, tendrá que demostrar su sabiduría para encontrar el discurso adecuado, para la paz y el bien del mundo entero.
Para ello se ha reunido con el Presidente de la República, con los jefes de las comunidades musulmanas, suní chií, drusí y alahuí, el Patriarca de los Maronitas y de los Obispos Católicos, y la asamblea de los Patriarcas.
Ha resaltado que la paz se consigue con el respeto a cada persona, y el respeto a la vida que solo una solidaridad para apoyar las políticas y las iniciativas que actúan para unir a los pueblos de un modo honesto y justo.

El cristianismo y el Islam conviven en el Líbano, desde siglos, hasta el punto de que no es raro ver en la misma familia las dos religiones.
Por eso es necesario la libertad religiosa y fundamental el respeto al otro...
Y ha puesto como ejemplo a todo el mundo, la paz y la convivencia de esta región y ahora más que nunca.
Así también lo expresó en la reunión de los miles de jóvenes, que reunió, no solo cristianos sino también musulmanes en la Plaza del Patriarcado Maronita, que le aclamaban con banderitas libanesas, vaticanas, y ramas de olivo, ante los que defendió la libertad religiosa, como derecho fundamental.
Que sepamos también nosotros, respetar  y amar al otro y al que nos parece distinto...