martes, 31 de agosto de 2021

TESORO DE NUESTRO MAR




    Nos referimos a la sardina y esto por su alto valor nutritivo, 500 calorías por cada 100 gramos. la sardina es un pescado azul y de agua salada, cuya pesca es muy importante, desde los puntos de vista económicos y alimenticios

Profundos estudios han demostrado que la sardina, como todos los pescados azules es  un excelente seguro contra las enfermedades cardiovasculares, porque sus aceites hacen descender las tasas de colesterol sanguíneo por su rico contenido en ácidos a partir de los cuales se han propuesto las diversas hipótesis cardioprotectoras.

Son los ácidos grasos polinsaturados, contrarios a los saturados del tocino, manteca, sebos, mantequilla, etc. que tienen el triste efecto de de elevar las tasas del colesterol. Hoy para disminuir los riesgos cardiovasculares se proporcionan cápsulas que contienen aceites de de pescados, como salmón, caballa, arenque, sardinas, anchoas, bonito y verdel. ya lo sabían nuestras abuelas, yo diría también las bisabuelas, porque yo hace tiempo que soy abuela y de pequeña, también me lo han dado, nos daban el insoportable aceite de hígado de bacalao, que era lo mismo que ahora en versión más científica y actualizada.

domingo, 8 de agosto de 2021

TABLA DE SALVACION

Después de dos siglos del alto respeto y devoción que tuvo la Compañía de Jesús, para los cristianos, todo se volvieron en injurias y humillaciones, hasta el punto en que el 16 de agosto de 1773 el Papa Clemente XIV, firmó su disolución en todo el mundo. Pero a pesar de ello los jesuitas no desaparecieron, uno de los lugares donde fueron protegidos fue la Rusia de Catalina la Grande (1762-1796).

La presencia de los jesuitas en el imperio de los zares arranca en 1772, habia 201 jesuitas, cuando llegó el decreto de su disolución, pero Catalina no permitió su promulgación. La presencia de los jesuitas en Rusia fue providencialmente legítima. Más aún en 1801, cuando en respuesta a las súplicas del Vicario General, y del zar Pablo I, el Papa Pio VII, aprobó oficialmente, la existencia de dicha Compañía que fue extendiendo realizando su apostolado, dentro del cual los colegios tuvieron particular importancia.

Curiosamente, la divina providencia se sirvió de Rusia y de Catalina la Grande, hasta el 7 de agosto de1814 cuando el Papa Pio VII, restauró definitivamente, la Orden fundada por S. Ignacio de Loyola.