lunes, 13 de mayo de 2013
GRATIS TOTAL
Un bonito suceso , que da mucho que pensar: Os lo cuento, sucedió en el metro de Nueva York... Un día un muchacho se bajó del metro , en hora punta, vestido con vaqueros y camiseta, sacó de una bonita caja, un precioso violín y se puso a tocarlo con su mayor entusiasmo, cerca de la entrada... Estuvo cerca de 45 minutos, tocando gratis para la multitud que pasaba por allí, pero nadie le prestó la menor atención...
Nadie sabía que el músico era Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejercitando piezas musicales consagradas, en un Stradivarius de 1713 valorado en más de 3 millones de dolares. Solo unos días antes, Bell, había tocado en el Synphony Hall, de Boston, donde las entradas costaban más de mil dólares cada una...
La experiencia en el metro, grabada en vídeo, mostraba imágenes de hombres y mujeres de andar ligero, indiferentes al sonido del violín...
La conclusión es que estamos acostumbrados a no dar valor a las cosas cuando están en un contexto, que no llevan su precio puesto...
Este ejemplo, es una de tantas cosas que pasan por nuestras vidas, que son únicas y singulares, a las que no damos importancia, porque no vienen con la etiqueta del precio puesta.
Nuestros sentimientos, y nuestra apreciación de la belleza, son manipuladas por el mercado...
Por lo que tenemos que aprender a valorar, ¡¡¡aquello que no tiene precio!!!
No se compra la amistad, el amor el afecto. No se compra, dedicación abrazos, besos...
No se compra el rayo de sol, ni las gotas de la lluvia ni los colores del arco iris, que viene después.
La canción del viento que pasa silbando por el hueco de un árbol.
Es gratis el milagro que supone enterrar una semilla en la tierra y ver como surge poco a poco una planta que nos da una preciosa flor.
Y el niño que corre espontáneamente a nuestro encuentro y se cuelga de nuestro cuello.
Me acuerdo con toda emoción y detalle, cuando mi nieta era pequeña, y me veía desde lejos por El Prado, venía corriendo hacia mi y se echaba en mis brazos...
El aire que respiramos, la brisa que enreda nuestros cabellos, el verdor de los árboles cuando brotan en primavera, el colorido de las flores, nos es regalado por Dios gratuitamente....
Pensemos en esto y aprovechemos más todo lo que esté a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta de diseñador.
Y seamos felices desde hoy, mientras el sol despide su luz en nuestro corazón, apasionado por la vida...
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