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Acabo de leer una cosa muy curiosa sobre las termitas, estos bichitos que destrozan la madera.
Según un equipo de ecólogos y biólogos de la universidad de Princenton, contribuyen a mantener a raya los avances del desierto, especialmente en los ecosistemas semiaridos, y las tierras de cultivo de amplias zonas de África, Asia, y Sudamérica.
Un estudio publicado en la revista Science, recoge que las zonas donde se construyen sus nidos se vuelven más resistentes al cambio climático, pues funcionan como almacenes de nutrientes y humedad, y facilitan que el agua penetre en la tierra.
El resultado es que la vegetación se extiende alrededor de estas estructuras y sean menos vulnerables a la desertización. Los terrenos áridos donde las termitas establecen sus nidos, necesitan mucho menos cantidad de lluvia para prosperar.
Los expertos afirman que los termiteros también preservan las semillas, lo que facilita que las zonas próximas, se recuperen antes una vez que pasan las lluvias. La vegetación se mantiene en buen estado más tiempo y tarda más en decaer. Además, donde se alzan estos nidos, los ecosistemas tienen oportunidad de rehabilitarse...
