Un día la profesora preguntó a los niños, a ver quien sabía explicar, quien era Dios.
Uno de los niños levantó la mano y dijo:
"Dios es nuestro Padre. El hizo el mar, la tierra y todo lo que hay en ella...
Nos hizo como hijos de El."
La profesora buscando más respuestas, fue más lejos:
¿Como sabéis que Dios existe, si nunca lo podéis ver?
Todo el salón quedó en silencio...Pedro un niñito muy tímido levantó sus manitas y dijo:
"Mi madre dice que Dios es como el azúcar que pone todas las mañanas en mi leche, yo no la veo,
pero si no la tuviese, no tendría sabor... Dios existe, el siempre está dentro de nosotros, solo que no lo
Vemos, pero si el no estuviera, nuestra vida quedaría sin sabor..."
La profesora sonrió y dijo:
"Muy bien Pedro, yo os he enseñado muchas cosas a vosotros, pero hoy tu me has enseñado algo más profundo, que todo lo que yo sabía.
Ahora se que Dios es nuestro azúcar y que está todos los días endulzando nuestra vida."
Le dio un beso y salió sorprendida por la respuesta del niño.
La sabiduría no está en el conocimiento, sino en la vivencia de Dios en nuestras vidas.
Teorías existen muchas, pero dulzura como la de Dios aún no existe, ni en los mejores azucares...
Que tengas un buen día, y no te olvides de colocar azúcar en tu vida...
¡Con mucho cariño y mucha azúcar!
domingo, 5 de enero de 2014
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