EL REPICAR DE LAS CAMPANAS

Estos días en que vamos a oír tocar las campanas especialmente el día de Resurrección y también en la procesión del Domingo de Ramos, me he puesto a desentrañar un poco sobre su tañido y distintos usos.
Generalmente son de bronce y las hay de distintos tamaños y tonos y a un conjunto de varias campanas
colocadas en circulo se les llama carrillón.
Se utilizaban ya en Europa desde el siglo cuarto o quinto, entonces no existían otros medios de comunicación como tenemos ahora, para avisar a la comunidad de los distintos eventos.
Empezaron a usarse en las comunidades cristianas para llamar a la oración. Posteriormente se fueron usando para otros sucesos: defunciones, fuegos, tormentas, llegadas de personas ilustres, etc.
Generalmente se usa tirando de una cuerda para mover el badajo, aunque también por volteo, que es el medio festivo por excelencia.
En las iglesias ortodoxas rusa se tocan solo moviendo el badajo y con distintas campanas tirando de las cuerdas con manos y pies les van dando el sonido rítmico.
En Tokio y en los templos hindúes y budistas, las campanas son esféricas, que contienen perdigones de metal que producen un alegre sonido desde el interior.
El proceso de fundición de las campanas en Europa se remonta muy antiguo y una de las empresas más conocidas es la empresa Quintana ubicada en Palencia, que hace campanas para toda España y Sudamérica.
 Se construyen generalmente en bronce, (un 22% de estaño y un 78% de cobre) mediante unas formulas exactas, por lo que dado el diámetro  es posible calcular todas sus dimensiones y su nota musical o tono.
En la Basílica del Pilar, en Zaragoza, se encuentra la "Pilara", de más de 2.170 kilos.
En la Catedral de Pamplona, la "María" de más de 10 toneladas y la "Gabriela" que es la mayor campana de volteo del estado.

La Catedral de Valencia, tiene 11 campanas y a  la torre donde están colocadas le llaman Miguelete o Micalet en Valenciano.
Hay toques a la oración, toques civiles, para avisar que hay fuego, gente perdida, al concejo, etc.
toques de difuntos, para avisar la muerte de alguno de la localidad, incluso si era hombre mujer o niño.
Toque para la protección de las tormentas. Había un tiempo en que las campanas tenían que callar, desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Gloria.
Cada uno de estos toques recibía un nombre: A rebato, al Ángelus, Ánimas, Queda, Repique, Nublo,
Clamor, Concejo, Difuntos, Fuego, Vísperas, etc
Bueno a ver si ahora no nos tienen que decir: "Oye campanas y no sabe donde"...

DE SAN PABLO A LOS CORINTIOS

 

Hay que ver lo que nos puede fastidiar una pequeña tecla que nos  falle: era una gomita de nada, que no estaba en su sitio  en el teclado del ordenador. No podía hacer funcionar el espaciador, cuando me puse toda eufórica a hacer mi blog con una cosa que me había gustado, 
no podía separar las palabras unas de otras, la verdad que no que daba muy bien... Pero afortunadamente una mano esperta me lo ha solucionado. Voy con lo que iba.

Si no tengo amor, nada soy, no soy nada.
Aunque hablara todas las lenguas, y sepa lo que me espera, aunque mía sea la ciencia, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque mueva las montañas y fuera el que mas fe tenga, aunque todo lo repartiera, si no tengo amor, nada soy, no soy nada. 
El amor es comprensivo, el amor es servicial, el amor no es presumido y goza con la verdad, el amor no pasará jamás...
Disculpa sin límite, cree sin límite, soporta sin límite, espera sin límite.
  El amor no pasara jamás.
San Pablo sabía de lo que hablaba.