LAS PLANTAS Y LA MUSICA

 

Las plantas como seres vivos que son, necesitan condiciones y atenciones que favorezcan su desarrollo y crecimiento. Así se ha demostrado que cuentan con órganos sensoriales con los que perciben los sonidos, y parece que la música les gusta en su  desarrollo y reaccionan de diferente manera ante sonidos suaves y delicados y ante otros menos agradables.     

También hemos oído que hay que hablar a las plantas para que crezcan más y mejor, pero algunos estudios científicos además de la música han observado que las plantas se comunican entre sí, y se reconocen entre las que son de su misma especie.                          

Y al hacerlo colaboran entre sí, cediendo espacio para que puedan reproducirse, limitando la extensión de las raíces ajustando la floración y limitando la extensión de sus hojas para hacer menos sombra a las plantas vecinas. 

 

EL ALMENDRO

 

La floración del almendro entre febrero y marzo es espectacular. Sus flores blancas o rosadas aparecen mucho antes que las hojas cubriendo por completo las ramas del árbol. Las antiguas culturas de Asia Central ya cultivaban almendras al menos desde hace 5.000 años. Se trata de un producto nutritivo y saludable, cuyo alto contenido en vitamina E, le otorga un elevado poder reparador y antioxidante. En cosmética destaca su capacidad de hidratación de la piel.

E incorporadas a la dieta, sus muchas virtudes contribuyen a prevenir el envejecimiento celular y la aparición de muchas enfermedades. Las almendras contienen fibra, proteína, zinc, fósforo, sodio, potasio, calcio, magnesio. También grasas, principalmente insaturadas, que son las beneficiosas que ayudan a controlar el colesterol LDL y previenen enfermedades cardiovasculares.

Aportan un nivel bajo de hidratos de carbono, pero bastantes calorías. Por eso, lo saludable es tomarlas de manera regular, pero con moderación. Un puñadito al día, unas diez puede ser una buena ración, para beneficiarnos de sus muchos beneficios.

Le dije al almendro que me hablara de Dios y empezó a florecer...

EL ARCA DE NOÉ

 

Como sucedía en el Arca de Noé, en la vida todos somos diferentes, pero con algo en común, salvarnos del diluvio no deseado y encontrar un sentido a nuestro viaje.  

Algunas cosas que podemos aprender:

• No pierdas el barco, recuerda que estamos todos en el mismo barco.
• Planifica por adelantado, anticípate, estate preparado. Cuando Noé construyó el Arca no estaba lloviendo.
• Mantente en forma. Cuando tengas 600 años, alguien puede pedirte  que hagas algo realmente importante. No escuches las críticas sigue haciendo el trabajo que hay que hacer.
• Construye el tu futuro sobre tierra alta.
• Para mayor seguridad viaja en pareja. La velocidad no siempre es una ventaja.
• Los caracoles estaban a bordo junto a los guepardos. Cuando estés cansado flota.
• Recuerda, el Arca la construyeron unos aficionados y el Titanic los profesionales.
• No importa lo fuerte que sea la tormenta, porque cuando estás con Dios, siempre hay un arcoíris esperándote.