A tres horas de Lima, por la carretera Panamericana, se encuentra la ciudad de Ica, situada en un fértil valle al sur de Perú.
Esta cálida ciudad, debe su fama además de su famoso aguardiente llamado Pisco, a que a pocos kilómetros de ella se encuentra el único oasis que hay en toda América del Sur:
El oasis de Huacca China, ubicado en medio de hermosas palmeras tropicales, y rodeado por imponentes dunas.
Allí se puede disfrutar de un bello paisaje natural, y también practicar uno de los deportes más populares de los últimos tiempos llamado Sandboarding, o tabla sobre arena.
Está rodeado por un tórrido desierto y grandes dunas que contrastan con las aguas verdosas de su laguna y los árboles frondosos que la rodean, creando un bello y exótico lugar, que se ha convertido en un importante atractivo turístico de Perú.
Cuenta la leyenda que el oasis se formó con las lágrimas de una hermosa joven (pues no lloró poco la pobre) de ojos verdes y larga melena rubia, desconsolada por la muerte de su amado, un valiente guerrero inca...
Los lugareños aseguran que en las noches de luna llena, aún se pueden escuchar los lamentos de la muchacha.
De ahí proviene el nombre de la laguna que en quechua, "Huacca China" significa llanto de mujer.
Este oasis es un pequeño lago de fuentes subterráneas rodeado de vegetación.
Sus aguas color esmeralda permanecen así desde hace décadas, y se ha convertido en un exótico lugar, con un clima extraordinario, destino de las élites de la sociedad peruana que desde 1940 lo han convertido en un balneario por su agua rica en minerales capaces de revitalizar el cuerpo.
Ahora el espacio que lo rodea ha sido urbanizado, y hoy día está rodeado de casas y hoteles y hasta de un bulevar.
Pero lo que más gusta a los visitantes es disfrutar el encanto de sus atardeceres contemplándolos desde lo alto de las dunas.
Allí se puede disfrutar de un bello paisaje natural, y también practicar uno de los deportes más populares de los últimos tiempos llamado Sandboarding, o tabla sobre arena.
Está rodeado por un tórrido desierto y grandes dunas que contrastan con las aguas verdosas de su laguna y los árboles frondosos que la rodean, creando un bello y exótico lugar, que se ha convertido en un importante atractivo turístico de Perú.
Cuenta la leyenda que el oasis se formó con las lágrimas de una hermosa joven (pues no lloró poco la pobre) de ojos verdes y larga melena rubia, desconsolada por la muerte de su amado, un valiente guerrero inca...
Los lugareños aseguran que en las noches de luna llena, aún se pueden escuchar los lamentos de la muchacha.
De ahí proviene el nombre de la laguna que en quechua, "Huacca China" significa llanto de mujer.
Este oasis es un pequeño lago de fuentes subterráneas rodeado de vegetación.
Sus aguas color esmeralda permanecen así desde hace décadas, y se ha convertido en un exótico lugar, con un clima extraordinario, destino de las élites de la sociedad peruana que desde 1940 lo han convertido en un balneario por su agua rica en minerales capaces de revitalizar el cuerpo.
Ahora el espacio que lo rodea ha sido urbanizado, y hoy día está rodeado de casas y hoteles y hasta de un bulevar.
Pero lo que más gusta a los visitantes es disfrutar el encanto de sus atardeceres contemplándolos desde lo alto de las dunas.
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