El café

Una taza de café, puede reconfortar le a uno mucho...

Sobre todo cuando estás pasando este duelo, que no hay más remedio que padecerlo, cuando pierdes a un ser querido. A veces crees que vas avanzando, pero de repente tienes una recaída...
Una llamada telefónica, de esas inevitables que me preguntó: ¿es usted viuda? tan de sopetón que me dejó cortada y de momento me sentó como un insulto o una palabrota, cuando pude, le contesté que si.

Bueno, pues es otra cosa que tendré que asumir.
Ahora seguiré con el tema.

 Como siempre he sido muy cafetera, el otro día leí unas propiedades que tiene el café, que me parecieron muy interesantes. resulta que puede resultar beneficioso para la salud por la cantidad de elementos que tiene, en especial
los antioxidantes.

Ahora están de moda los antioxidantes, hay cantidad de alimentos que los tienen, según dicen, pero entonces no se como puede estar una tan oxidada...

Bueno que entre otras cosas previenen ciertas enfermedades degenerativas, como la diabetes y algunos tipos de cáncer y sobre todo el Alzheimer, que tanto nos preocupa.
Beber dos tazas de café al día estimula las funciones cerebrales (memoria, atención y concentración) aumenta la energía física, mejora el humor, no provoca aumento de peso y lo que es mejor, no crea dependencia.

Si te produce insomnio siempre puedes pasarte al descafeinado, que conserva todas sus propiedades.

Además aporta minerales, como potasio magnesio, fósforo y calcio.
 Cuando se toma una taza de cafè antes de hacer ejercicio, provoca que el organismo utilice la grasa abdominal y visceral como fuente de energía, y después las reservas de glucosa, lo que puede ayudar a  la reducción del peso corporal...
Bueno, cuando querais... ¡Os invito a un café!