No se puede basar todo en el crecimiento. Si empiezas a soplar un globo, se irá haciendo cada vez más grande pero llega un momento que explota...
En un mundo de recursos limitados, las cosas no pueden crecer de manera indefinida. Por eso, "la objeción al crecimiento" habla de la necesidad de compartir, el regreso de la sobriedad, en particular para aquellos que sobre consumen. Estados Unidos y Europa consumen de media 8,4 veces más que la media mundial. Es necesario que bajemos el nivel de consumo y reconozcamos que todos somos huéspedes de una misma tierra".
El ingeniero Nicolás Ridoux, cuando fue director de ventas´comprobó que le exigían el crecimiento perpetuo, y pensó que aquello era imposible. Escribió un libro "Menos es más" donde dice: decrecimiento no es recesión, es la única salida a la recesión. Y la recesión no es decrecimiento.
Y aquí me viene a la mente, aquello que decía la Biblia, (como me contaba mi abuela) Siete años de vacas gordas y siete años de vacas flacas...Solo que ahora no sabemos si serán siete o diecisiete.
Ahora hemos entrado en recesión, pero nos falta el "decrecimiento". Para empezar, no hemos cambiado nuestra organización social, y en la actual organización todas las instituciones y mecanismos redistributivos se nutren de la idea del crecimiento. En una sociedad así, cuando el crecimiento falta, la situación es inevitablemente dramática. El decrecimiento es algo totalmente distinto. Significa crecer en humanidad, esto es, teniendo en cuenta todas las dimensiones que constituyen la riqueza de la vida humana.
No tenemos más remedio que cambiar nuestra mentalidad, olvidarnos del consumismo, ser más austeros y disfrutar con las cosas buenas de la vida...(que suelen ser gratis).
¡Anda!, pues seguro que serán siete, voy a contarlos.
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