De vez en cuando me gusta releer libros antiguos, porque dada mi mala memoria actual es como si fueran nuevos.
Esta vez me metí con José Mª Pereda, y lo que más me ha impactado son las costumbres de aquella época.
Repaso un poco: Nació en Polanco (Santander) en 1833.
Sus padres,eran un matrimonio hidalgo pero de escasa fortuna casados a los 15 años,ella ,él a los 17. Llegaron a viejos sin separarse un solo día de su vida...Tuvieron más de 20 hijos, pero solo sobrevivieron unos pocos.
El más pequeño fue el escritor.
El padre de Pereda era tradicionalista y humanista, de carácter apacible, y muy dado a los temas políticos de entonces.
En cambio la madre fue una mujer notable, en energía y talento. Profunda conocedora de los místicos, particularmente de Fray Luis de Granada, y tan piadosa y fuerte de ánimo, que celebró sus funerales en vida, en un convento de dominicos, a donde iba todos los años a hacer los Ejercicios, asistiendo ella sola a tan impresionante ceremonia...
Bueno una de mis abuelas (a la que no llegué a conocer) no llegó a tanto, pero según contaba mi padre, guardaba en el último cajón de su armario, lo que iba a ser su mortaja, el día que se muriera.
En fin cosas de otros tiempo, ahora te incineran, y te tiran al mar...
Bueno, seguiré con mis Peñas Arriba...hasta otra.
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