La paradoja de nuestro tiempo es, que tenemos edificios más altos pero puntos de vista más reducidos.
Gastamos más, pero tenemos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más reducidas.
Tenemos más títulos académicos, pero menos sentido común.
Mejor medicina, usamos pastillas para todo, pero tenemos menos bienestar.
Despilfarramos demasiado, pero lo disfrutamos menos. Vivimos demasiado rápido, reímos poco, leemos menos.
Vemos demasiada televisión, y rezamos muy rara vez...
Hemos logrado ir y volver a la luna, pero nos resulta difícil cruzar el rellano para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no sabemos nada de nuestro espacio interior.
Hemos aprendido a apresurarnos pero no a esperar...
Producimos ordenadores, tablets, móviles, etc, que procesan mayor información, pero nos comunicamos menos, y nuestras relaciones son cada mas superficiales...
Hagamos una pausa para meditar, y pensemos qué tendríamos que cambiar...
Tendríamos que pasar más tiempo, con nuestros seres queridos, porque ellos no estarán aquí siempre.(O nosotros)
Acordémonos de ser amables con quienes nos rodean, y alegrémosles el día.
Un beso y un abrazo, dado a tiempo, pueden reparar una herida, cuando se dan con toda el alma, y eso no cuesta un céntimo, no hay porque, de regalos caros dados con frialdad, si se hacen sin corazón.
Acuérdate de decir cuánto les quieres a los que te rodean, o demuéstraselo con tu dedicación...
Y recuerda que en la vida no nos vamos a acordar de las veces que respiramos. sino de, por las que perdemos el aliento... Carpediem¡
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