Es una bonita historia, que me ha conmovido entre las muchas cosas que he leído este verano...
"Un día cuando yo era estudiante de secundaría, vi a un compañero de clase, de regreso a casa, cargado con todos sus libros y pensé ¿Porqué se llevará todos sus libros, si estamos a viernes? Será un empollón...
Yo ya tenía planes para todo el fin de semana, fiestas y jugar al fútbol con mis amigos...y mientras caminaba vi a un montón de chicos que corría hacia el. Cuando lo alcanzaron, le tiraron todos sus libros, le hicieron una zancadilla, y lo tiraron al suelo, sus gafas volaron como a unos tres metros de el...
Miró hacia arriba y pude ver su mirada de inmensa tristeza en sus ojos, así que corrí a ayudarlo, le di sus gafas, y le dije esos chicos son unos tarados, no deberían hacer eso, me dio las gracias con una gran sonrisa, le ayude con sus libros, y fuimos andando a casa pues vivía cerca, pero yo no lo conocía pues me dijo que había tenido que cambiarse de colegio...
Como parecía un buen chico, se llamaba Kyle, le pregunté si quería jugar al fútbol conmigo y mis amigos, y aceptó. Nos cayó muy bien a todos. Y el lunes estaba de vuelta allí con todos sus libros, y le ayudé a llevarlos.
Durante los siguientes cuatro años, nos convertimos en los mejores amigos.
Y cuando estábamos al fina de secundaria el decidió que iría a la Universidad de Georgetown para hacerse médico, y yo decidí ir a Duke par estudiar administración, pero sabíamos que siempre seriamos amigos a pesar de la distancia.
Hasta que llegó el día de la Graduación. El había preparado el discurso, y yo estaba feliz de no ser yo el que tuviera que hablar...
A Kyle se le veía realmente bien, había madurado durante la secundaria, y se había encontrado a si mismo, se le veía bien con sus gafas, tenía muchas citas con las chicas, y todas le adoraban.
Y así empezó su discurso:
"La graduación es un buen momento para dar las gracias a todos los que nos han ayudado en estos tiempos difíciles...Nuestros padres, los hermanos los maestros, pero principalmente a los amigos.Yo estoy aquí para decirles que que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar o recibir, y a este propósito voy a contar una historia:
Yo miraba a mi amigo incrédulo, cuando empezó a contar la historia del día que nos conocimos.
Aquel fin de semana, el tenía planeado suicidarse, por eso limpió su armario y se llevaba todos los libros con el, para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos. Me miraba fijamente y me sonreía: Afortunadamente
fui salvado, mi amigo me salvó de hacer algo irremediable.
Yo escuchaba asombrado, como este apuesto y popular chico contaba a todo el mundo ese momento de debilidad. Sus padres también me miraron con gratitud y me sonrieron.
Y dijo: nunca subestimes el poder de tus acciones, con un pequeño gesto puedes cambiar la vida de otras personas para bien o para mal...
Los amigos son los ángeles, que nos llevan en sus brazos, cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar...
Bueno hoy ha sido un poco más largo, pero creo que merecía la pena...
viernes, 28 de agosto de 2015
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