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La prestigiosa mujer de letras, y política italiana Natalia Ginzburg,
decía en uno de sus escritos:
La fe no es una bandera que se lleve con gloria, como en un ejército, sino más bien "como una vela encendida, que se lleva en la mano entre la lluvia y el viento, a través de todas las tempestades y contrariedades de la vida"...
A Dios no le gusta que le quieran como los ejércitos quieren la Victoria...
Lo que quiere decir es que la Fe, por firme que sea, no puede dejar de ser humilde.
Saber escuchar significa saber integrar el mensaje que escuchamos, para facilitar una buena comunicación, con uno mismo y con los demás. Una buena escucha conduce a una comunicación de calidad. la mayoría de las personas tenemos una preferencia involuntaria, por un lado del cuerpo, la tendencia a escuchar más por un oído que por el otro, condiciona nuestra comunicación.
La información que recibimos por el oído derecho, pasa al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, que es el del lenguaje y de la buena comunicación.
Mientras que la información que recibimos por el oído izquierdo, se procesa en el hemisferio derecho del cerebro, que es el que corresponde a las emociones.
La lateralidad auditiva derecha, implica rapidez de integración de los mensajes recibidos, claridad de la información, eficacia de memorización, y explotación de los datos para una respuesta adaptada y rápida,para una comunicación y un lenguaje fluidos.
En las personas que tienen predominancia del oído izquierdo para escuchar, las emociones surgirán con más facilidad y tendrán más dificultad para analizar objetivamentela información, y comunicar.
Ante el cansancio y la depresión, pasamos a escuchar con preferencia del oído izquierdo, dificultando
nuestra comunicación...
¿Que os parece? Curioso, pero interesante...
El primer error que sufrimos respecto al amor a los demás, es pensar que tenemos que olvidarnos de nosotros mismos para amar a los demás.
Pero el mandato divino es que "hemos de amar al prójimo, como a nosotros mismos".
No en lugar de nosotros mismos, o más que a nosotros mismos, sino como a nosotros mismos....
Si nosotros no somos capaces de amarnos a nosotros mismos ¿Cómo podremos amar a los demás?
Yo no podré amar de veras, hasta que no sepa cuidar de mi mismo, y pueda vivir básicamente feliz, completo, realizado en mi personalidad.
Esto no quiere decir que tenga que vivir en un egoísmo absoluto, el egoísmo en si es negativo. Pero tengo que estar pendiente de sentirme contento y feliz conmigo mismo, porque esa es una realidad básica como ser humano, una necesidad como el respirar, para poder vivir.
Yo he de amarme a mi mismo en lo que tengo de amable, en lo que he realizado, en esa plenitud a la que aspiro, y en esa medida podré amar a los demás.
Tenemos que pensar, que somos amor y estamos hechos de amor, y al expresarlo gratuitamente, solo estamos expresando lo que somos...