Se acaba de inaugurar el céntrico Parking de Amárica, lo cual no puedo menos de celebrar, por lo práctico y necesario que es.
Pero me hace reflexionar en lo que se ha convertido el legado cultural que dejó al morir el insigne paisajista vitoriano .Dejó una fundación para que se hiciesen allí unos pabellones para albergar toda su obra, que conservaba casi completa porque solo pintaba por "amor al arte" no lo hacía con ánimo de lucro pues tenía una vida acomodada y no necesitaba vender sus cuadros para vivir, es más le dolía desprenderse de ellos y solía llamarlos sus "propios hijos y nietos" pues murió a los 90 años y estuvo pintando hasta los ochenta.
Y a cambio le pusieron tres o cuatro salas en el museo de Bellas Artes y una estatua en los jardines de la Florida.
Pero de sus preciosos jardines con pavo reales solo ha quedado una muestra escueta y su nombre a la Plaza.
Así que si alguna vez queréis legar algo a la posteridad, no os fiéis mucho de que van a cumplir con vuestra voluntad : conzco otros casos...
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