jueves, 21 de abril de 2011

Jueves Santo

Que os améis los unos a lo otros , como yo os he amado:  Dice Jesús
Y este podía ser el lema del día de hoy.

Esta semana es muy importante para los creyentes, tendríamos que dedicarla a la penitencia y a la oración.
Empezando por la lectura de la Pasión el Domingo de Ramos, que si la lees con un poco de atención te deja, sin palabras para expresar lo que sientes y el corazón sobrecogido...
El otro día mientras rogaba a Dios por mis múltiples intenciones, me preguntaba porque tendremos que pedir a Dios tantas veces las cosas, porque le gusta tanto que le roguemos y le roguemos, para que nos conceda las cosas.
Casualmente esa misma tarde  tuve la respuesta, ojeando un libro que de vez en cuando suelo leer.
No es que Dios sea sordo ni le guste hacerse de rogar, sino que nosotros necesitamos orar, porque al ponernos en contacto con ese ser superior e infinito, cada uno según la intuición que tenga de Él, nuestra mente se ensancha, porque la oración tiene un fantástico poder transformante y nos hace crecer.
Ya en el Evangelio vemos con una reiteración contante que debemos orar y todo lo que pidamos en la oración se nos concede, no solo cosas espirituales sino también materiales.
Jesús  nos dice pedid todo lo que queráis, para que vuestro gozo sea completo, pero también  nos advierte: "No atesoréis riquezas, sino poned en el Cielo, el tesoro de vuestro corazón"

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