Una hija se quejaba a su padre de que cada vez le costaba más enfrentarse a los problemas que tenía en su vida, solucionaba un problema y aparecía otro, otro y otro...
No sabía como salir adelante, pues se sentía desfallecer y se iba a dar por vencida...
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí tomó tres ollas con agua y las puso a hervir.
En una colocó zanahorias, en la otra huevos, y en la última puso granos de café
Y sin decir nada sonreía y miraba a su hija mientras esperaban; la hija impaciente se preguntaba que estaba haciendo su padre.A los 20 minutos, el padre apagó el fuego, sacó los huevos a un recipiente, las zanahorias a un plato y finalmente el café a una taza.
Mandó a su hija que tocara las zanahorias, y ella notó que estaban blandas. Luego le pidió que cogiera un huevo y le quitara la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café, y ella sonrió mientras disfrutaba de una exquisita bebida...
El le explicó que los tres elementos se habían enfrentado a la misma adversidad: ¡Agua hirviendo!
pero que habían reaccionado de forma diferente, la zanahoria llegó al agua dura y fuerte, pero después de pasar por el agua hirviendo, se había hecho blanda y fácil de deshacer.
Los huevos habían llegado al agua frágiles, y su fina cáscara protegía su interior líquido, pero después e estar en el agua hirviendo, se habían endurecido.
Los granos de café sin embargo, eran únicos: después de estar en el agua hirviendo habían cambiado al agua...
¿Cuál de los tres elementos, eres tú?
Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿eres como la zanahoria que parece fuerte, pero que cuando la fatalidad y el dolor te llega, te vuelves blanda y pierdes tu fortaleza?
¿Eres como un huevo, que comienza con un corazón maleable, con un espíritu fluido, pero después del dolor se vuelve duro e inflexible?
¿O eres como un grano de café?
El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor, cuando el agua llega a su punto álgido de ebullición, el café alcanza su mejor sabor y aroma.
¡Ojalá! llegues a ser como el grano de café cuando las cosas se pongan mal, tu puedas reaccionar de forma positiva, sin dejarte vencer por las circunstancias, y hagas que las cosas a tu alrededor ¡mejoren!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dame tu opinión: