sábado, 21 de marzo de 2020

AME, Y HE SIDO AMADA


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida,
porque nunca me diste tu esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
porque veo al final de mi camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino.

que si extraje la hiel o la miel, de las cosas
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas,
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías, va a seguir el invierno,
¡más tu no me dijiste que mayo fuese eterno!

Halle sin duda largas noches de mis penas
más no me prometiste tu solo noches buenas
y en cambio tuve  algunas santamente serenas ...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz, 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo.

Este poema fue publicado en 1916, por este poeta mexicano, quizás
poniendo  asi este magnifico epílogo a toda su obra...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dame tu opinión: