Tristeza

Estos días nos embarga una tremenda tristeza, con las noticias que nos llegan desde Somalia, este país del cuerno de África que no solo por la sequía, también por causa de la corrupción, y las guerras que continuamente se suceden e impiden que les llegue la ayuda humanitaria para paliar la inmensa hambruna que están padeciendo.
Esta grave sequía, sesucede desde 2010 y está acabando con los pocos recursos que quedaban.
Cientos de miles de refugiados que huyen a los países vecinos, intentando encontrar auxilio viven a la intemperie o en campamentos provisionales pero en consecuencia los índices de desnutrición estan alcanzados límites insospechados.
Las sequias se sucedían a menudo y otro tanto pasaba con los conflictos armados en  este desestructurado país, que está alcanzando tanto sufrimiento y desesperación.

No solo la Otan, también   la Unión Africana y los Estados Unidos, tratan de ayudar, pero ni aún así se soluciona la pobreza de África. La lentitud de los organismos internacionales, la corrupción y las promesas incumplidas de los países ricos,  hacen que los africanos vivan en un pozo sin fondo con escasas salidas. Después de las fabulosas ideas que tienen algunos para arreglar el planeta Marte, resulta que no se puede arreglar la Tierra

¿Que podríamos hacer?

Pues algo tenemos que  hacer, hay mucha gente interesada en ayudar.  Cada uno poner nuestro granito de arena, hay muchas ONGs de confianza, pero esto solo no basta, es necesaria una oración sincera y profunda, para que las cosa se arreglen cuanto antes...

 Como consuelo hoy hemos visto que ha empezando a llegarles ayuda.
¡Ojalá¡ que siga llegando a todos los sitios, en grandes cantidades y se reparta bien entre los que más lo necesitan