Una persona envejece cuando no madura, cuando nos cerramos a las nuevas ideas y nos volvemos radicales. Envejecemos cuando lo nuevo nos asusta, también cuando pensamos demasiado en nosotros mismos y nos olvidamos de los demás.
Envejecemos cuando dejamos de luchar.
Todos estamos matriculados en la escuela de la vida, donde el maestro es el Tiempo.
La vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero solo puede ser vivida mirando hacia adelante.
En la juventud aprendemos, con la edad comprendemos...
Los hombre son como los vinos: la edad estropea los malos, pero mejora los buenos.
El envejecer no es preocupante, ser visto como un viejo, si que lo es.
Envejecer con sabiduría no es envejecer.
En los ojos del joven brilla la llama, en los del viejo brilla la luz...
Siendo así, no existe la edad, somos nosotros los que la creamos... Si no crees en la edad no envejecerás hasta el día de tu muerte.
Personalmente yo no tengo edad, tengo vida...
No dejes que la tristeza del pasado, y el miedo al futuro, te estropeen la alegría del presente.
Haz del paso del tiempo una conquista, y no una pérdida.
Y "Dale a cada día su afán"
domingo, 22 de febrero de 2015
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