S.Ignacio de Loyola

El otro día me lleve un agradable sorpresa al ver en el periódico un bonito artículo que hablaba de S. Ignacio con motivo de su fiesta (el 31 de Julio) el patrón de Vizcaya y Guipuzcoa. 

Ahora que apenas se habla de los santos en los periódicos ni en otros sitios, pues precisamente a la lectura que hizo de sus vidas, mientras estaba convaleciente de su pierna en su casa-torre de Loyola, se debió su 

conversión, y su profunda transformación interior.

Después de esto, abandonó su casa y su familia, y dejando atrás su vida mundana, y se dedicó a los pobres viviendo como ellos lo  hacían. Compartiendo su experiencia personal de conversión a través de un método que llamó los "Ejercicios Espirituales" que muchos conoceréis e incluso los habréis practicado.

Su vida fue la realización de una "utopía", que hoy podía ser un ejemplo para los jóvenes que quieren ir "contracorriente" y buscan valores alternativos de solidaridad y justicia.

Dicho lo cual, debe enorgullecernos que Ignacio de Loyola y la Compañía de Jesús hayan servido también

como carta de presentación de los vascos en el mundo, sin punto de comparación con ningún con los importantes equipos de fútbol de 1ª división, ni por la gastronomía,ni siquiera por la violencia terrorista que sufre nuestro país, han obtenido tanta notoriedad internacional como Ignacio de Loyola.

El escultor Jorge Oteiza reconocía que lo que se dice de san Ignacio se dice de nosotros, y Miguel de Unamuno se refería a él como " nuestro héroe", y que era más nuestro, que de los jesuitas...

Este fin de semana Loyola va a representar lo que fue san Ignacio, un vasco con vocación universal, seductor de jóvenes.

Varios miles de ellos, la mayoría extranjeros y estudiantes de colegios o universidades confiadas a la Compañía de Jesús se congregan en torno a la casa-torre de Loyola. 

Desde allí se dispersarán por distintos puntos geográficos de la península viviendo como peregrinos y atendiendo a los colectivos más desfavorecidos de modo similar a como Ignacio de Loyola y los primeros 

jesuitas hicieron.

Todos ellos se volverán a reunir en Madrid, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) para ser enviados por el Papa, siguiendo así la estela de la primera Compañía de Jesús.